miércoles, 23 de diciembre de 2015

HOMENAJE AL Dr. RAMÓN CARRILLO

1956 - 20 de diciembre - 2015

59º aniversario de su fallecimiento


DOCTRINA PERONISTA DEL BIENESTAR SOCIAL
Y DE LA SALUD DEL PUEBLO

por el Profesor Dr. Ramón Carrillo

(Trabajo escrito para la Revista Continental "Yapeyú" Nº 55, junio de 1947, a poco de concluir la Segunda Guerra Mundial)

DESDE ANTES DE LA GUERRA el mundo vive una revolución económica, política y social, de la que tiene que surgir la transformación de los pueblos; sea sobre la base del espíritu de sacrificio, o sobre las tendencias del egoísmo, según lleguen a predominar las fuerzas del bien para beneficio de todos, o las que explotan al hombre en exclusivo provecho de los fuertes.

Plantear el problema en estos términos es urgir a los seres de buena voluntad para que se alisten en las filas de la solidaridad humana, dispuestos a adelantarse en el camino del perfeccionamiento. Si lo hacen habrán cumplido con un deber humano. Sólo por esa vía, por la solidaridad humana, se puede realizar algo grande y hermoso, con el acento propio del desinterés y del espíritu de colaboración; sólo por esa vía se conquistará el bienestar social, como el destino ha querido que ocurra en la República Argentina, donde estos trascendentales problemas han sido planteados y resueltos en sus diversos aspectos, ya que aquí entendemos que la vida humana es el mayor bien espiritual y económico de la Nación.

Una figura excepcional en la historia de nuestra República, el general Perón, ha sido el creador de la doctrina y de la fuerza ejecutora de estas transformaciones, animado por el mismo fuego sagrado de los fundadores de la nacionalidad.

Su obra ha deslumbrado al país y asombrado a América por el acierto de sus planes y los resultados obtenidos mediante la inteligente orientación de las fuerzas sociales y de la fe que sus compatriotas pusieron en su esfuerzo.

No corresponde estudiar en estos párrafos ninguna otra, de las distintas fases de la múltiple personalidad del general Perón, que no sea aquella relacionada con el bienestar social o "bienestar general", como dice el preámbulo de la Constitución argentina. Por eso dejaré de lado otros aspectos de la obra de este gran argentino que enseña al país que la vida es acción.

En la Declaración de los Derechos del Trabajador, enunciada por él, se encuentran, entre otros, tres aspectos del bienestar general de los individuos que, como "atributos naturales inalienables e imprescindibles de la personalidad humana", no es posible desconocer.

         a) El derecho a la preservación de la salud.
         b) El derecho al bienestar.
         c) El derecho a la seguridad social.

Estos tres postulados de los diez derechos del general Perón tienen una importancia fundamental, pues son el más alto exponente del espíritu de solidaridad humana. Es indudable que todo plan de preservación de la salud, de defensa sanitaria, de ayuda higiénica o de seguridad social, es, por sí mismo y por sus alcances, generoso y desinteresado, ya que el estadista lo realiza sin esperanza de recoger frutos, ni tener por su obra otra satisfacción que la de haber hecho el bien por el bien mismo.


La acción sanitaria mira al futuro

Por esto los políticos profesionales han desdeñado la acción sanitaria y se han desentendido de la preservación higiénica, cuyos beneficios sólo han de verse reflejados en el bienestar de las futuras generaciones. La preservación de la salud supone una tarea oscura y abnegada, que no se traduce de inmediato en votos ni permite ganar elecciones. No podía interesar, pues, a los políticos.

Nuestro pueblo consignó en su propia Constitución los elementos precisos para facilitar esta acción generosa, comenzando por abrir de par en par las puertas de su territorio para que en él puedan vivir, libremente, todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino, y propiciando como fin supremo del Estado el bienestar general, para nosotros, para nuestros hijos y para sus descendientes.

Con disposiciones de esta naturaleza nuestro país se anticipó en muchas décadas a los sucesos del mundo, como si hubiese previsto el final de la época que ahora presenciamos, y el nacimiento de la nueva, que nos encuentra en plena acción civilizadora, como protagonistas del movimiento histórico que encabeza el conductor más sensible y humano de los tiempos presentes: el general Perón, quien ha entregado al pueblo lo que la rutina de los siglos le negaba, codificándolo en las tablas de la ley criolla que él escribió con el título de Los Derechos del Trabajador.


Dos grandes fuerzas luchan en el mundo

No es posible desconocer que tanto en la Argentina como en el resto del mundo luchan dos grandes fuerzas: las de la desintegración por el egoísmo y las de la recomposición por la solidaridad. Si triunfasen las primeras, el resultado sería el caos. En cambio, del predominio de las segundas puede surgir una nueva sociedad afianzada sobre los principios orgánicos que se encuentran en cada una de las corrientes de opinión que se han disputado el mayor ascendiente en los distintos pueblos, es decir:

         a) Sobre la base capitalista.
         b) Sobre la base comunista.
         c) Sobre la base nazifascista.
         d) Sobre una base democrática, nombre con el que se podría encubrir cualquiera de las formas de opinión ya citadas.
         e) Sobre una base peronista, de auténtica democracia popular, que no es fascista, ni comunista, ni capitalista, sino simplemente republicana, democrática y humana, tal cual la ha proclamado esta nueva doctrina que es ya una concepción política, jurídica, económica y social fundada en el fecundo equilibrio de los distintos grupos sociales de la Nación.

Hasta el presente se ha considerado al hombre en cuantos aspectos es posible hacerlo, excepto en el fundamental que le consagra el peronismo: el de ser humano no explotable, ni por el Estado, ni por el capital, ni por el trabajo organizado para la dictadura del proletariado, es decir, del comunismo.

La Revolución Francesa sancionó los derechos políticos, las libertades de pensar, de opinar, de reunirse, etc., es decir, ratificó la concepción del hombre como ente político.

La revolución industrial lo llevó a conquistar sus derechos económicos, y la facultad de ganar dinero y de invertirlo con plena libertad, supeditando todo al hombre como ente económico.

La revolución rusa y la nacional-socialista suprimieron todas las libertades para reemplazarlas por el poder de la colectividad dentro de una sola clase social o en el Estado mismo, es decir, considerando al hombre como ente social.


El hombre como ente humano

El peronismo, respetando al hombre como ente político, como ente económico y como ente social, ha impuesto la concepción racional del hombre como ente humano, es decir, como ser que vive, siente, goza, sufre, lucha, se alimenta, se reproduce, necesitando para todo esto del inalienable derecho de trabajar con dignidad, como lo preconiza el decálogo establecido por el peronismo cuyo cumplimiento significa la solución de los problemas que pudiera plantearle la vida.

No es posible suponer la existencia de una doctrina más racionalmente humana y respetable como lo es la instituída por esta concepción peronista, que concilia al hombre con la realidad de los mil y un problemas, grandes y pequeños, sublimes y modestos, extraordinarios o insignificantes presentados por el diario acontecer, solucionándolos con la suprema dignidad que da el trabajo, al cual el hombre tiene acceso por derecho propio y que ningún poder le puede desconocer.

Esta doctrina en el aspecto de la salud pública alcanza proyecciones trascendentales para el porvenir del país, porque de nada le valdrían a éste sus portentosos adelantos materiales de los cuales con justo regocijo nos enorgullecemos, si por el optimismo que produce la riqueza descuidáramos las preocupaciones que deben producirnos los problemas de seguridad social, del bienestar colectivo y de la preservación de la salud.

El peronismo desde un principio abordó el problema en forma integral, y le dio solución creando en primer término la Secretaría de Salud Pública de Ia Nación con jerarquía de ministerio, como entidad eficiente, prestigiosa, ejecutiva y provista sin limitaciones de todo el personal y elementos indispensables para desarrollar una acción concordante con las necesidades que le corresponde atender y remediar, por medio de soluciones que sólo son posibles cuando se aprovechan y distribuyen racionalmente, y con la amplitud que corresponde, los recursos técnicos, económicos y administrativos de que dispone la Nación.

El principal aspecto de este programa es la atención de las necesidades de aquel sector de la población que por dificultades económicas no se halla en condiciones de obtener la atención médica profesional que le es indispensable, ni adquirir los remedios indicados para su curación.

Infortunadamente, este sector de nuestro pueblo lo constituye la mayoría de los habitantes del país, como con decepcionada franqueza, pero con su característica disposición para afrontar las situaciones graves y remediarlas, lo reconoció el jefe del Estado en diversas oportunidades.

Nada significarían en la realidad las numerosas obras públicas, carreteras, trabajos de fomento industrial, canales de irrigación, intensificación de cultivos y de estímulos a la producción, ni los titánicos esfuerzos para extraer del seno casi inviolable de la tierra su riqueza de hidrocarburos, de combustibles sólidos y de valiosos metales allí acumulados a través de las edades geológicas, si descuidáramos, alucinados por el optimismo que producen tan grandes tesoros, la atención de la salud, el saneamiento de nuestras ciudades y el mejoramiento sanitario de las diversas zonas del país, encauzando las enseñanzas del saber universal para el bienestar de nuestros conciudadanos.


Se quiere que el pueblo cumpla su destino

Para no incurrir en ese error hemos asumido la tarea de preparar a nuestro pueblo, poniéndolo en condiciones de cumplir el destino que le impone su tradición, la fecundidad del suelo patrio y los progresos de nuestras instituciones políticas, unidos al hecho de constituir la Argentina una de las reservas de la humanidad por su cultura y sus fecundas y generosas concepciones de la vida, lo mismo que por su tradicional respeto a los hombres y a los pueblos.



Es propósito del gobierno responder ampliamente a su origen popular, dedicando sus preocupaciones a la protección de las masas, y planificando la acción médica preventiva y la asistencia social de manera que el problema colectivo de la salud pueda definirse con el viejo aforismo de que más vale prevenir que curar, lo cual es además sabía política económica, porque el capital humano, en la doctrina peronista, es lo que más interesa al Estado.


Los males creados por la imprevisión

El Estado, lógicamente, al abrir nuevos hospitales debe estar en condiciones de arbitrar los medios para que haya menor necesidad de ellos atacando los males en su comienzo, porque es innegable que la atención hospitalaria no es ningún beneficio especial en favor del individuo enfermo, sino un servicio público y una razonable reparación por los males que la imprevisión sanitaria o la simple vida en sociedad le hayan producido.

Auténticos principios de equidad indican que no es posible negar las garantías de seguridad para la salud a los ciudadanos que contribuyen al engrandecimiento de la riqueza social, elemento decisivo de ayuda común, no sólo para remediar la situación angustiosa del enfermo, sino principalmente para evitar que sea tal, defendiendo en cada persona a la sociedad entera, con todo el poder de la Nación y en esfuerzo metódico y orgánico; que, no por legal, conveniente o justo, deja de ser también bello exponente de solidaridad social, y hasta si se quiere de alto espíritu de humanidad empenachado de idealismos, que son para el país gérmenes de grandeza, en una nueva vida preñada de esperanzas.

Conducir a la Nación por las rutas de la preservación de la salud, y de la seguridad y del bienestar social, con el espíritu de cooperación altruísta demostrado por el peronismo, equivale a trabajar con fervor místico por su grandeza. Pues del vigor de su raza depende su condición de núcleo admirable de la civilización universal, en demanda de cuyos dones acuden los hombres de buena voluntad de todo el mundo y han de continuar viniendo las naves de todas las banderas, según lo dijo en bella frase el gran poeta peruano José Santos Chocano: "como si fingieran ser imploradoras manos, ahuecadas en el ruego, para recoger el trigo en que se multiplican los cinco panes del milagro evangélico".


El pueblo no come lo suficiente

Esa obra resulta la más recomendable en los tiempos presentes, porque aunque sea doloroso repetirlo, no es ningún secreto que en esta tierra de la abundancia y de la prosperidad, un tercio de nuestro pueblo no come lo suficiente para vivir en salud; y sufre, si no del hambre aguda que asoló tantos pueblos, sí del hambre crónica, de la subalimentación, que debilita a las masas como si fuera una enfermedad endémica, lo que, por otra parte, si en estos momentos es un hecho normal en la Europa desolada, no debe serlo en nuestro país.

Las causas de tal situación, bien conocidas por cierto, son las que el gobierno trata de reparar, educando a la población, dándole las nociones indispensables para que sepa alimentarse, facilitándole la acción higiénica, mejorándole la vivienda, y sobre todo combatiendo la pobreza, la carestía, los salarios de hambre y la explotación del hombre, todo lo cual es el objetivo, el norte hacia el que se dirigen nuestros esfuerzos, cuya ejecución los transforma en uno solo, el del bienestar del pueblo... de la misma manera que el poeta y apóstol de América, José Martí, hablando en sentido figurado decía con su palabra de luz que "todos los árboles de la tierra se concentran en uno solo, predestinado a dar en lo eterno la más suave y esplendorosa aroma: el árbol del amor de tan robustas y copiosas ramas, que a su sombra se cobijan sonrientes y en paz todos los hombres".

El período de reconstrucción social que estamos afrontando es período de reconquista espiritual, bajo los ecos del verbo inflamado del animador infatigable de este movimiento: el general Perón. Su pensamiento y su acción han creado en el país un lenguaje nuevo, en el que no existen ni la hipérbole, ni el engaño, ni la demagogia, sino la verdad pura, la que llama todo por sus nombres y da la medida exacta de las cosas.

Se terminaron las épocas de los problemas insolubles, las letanías de los infortunios, el culto de la desesperanza y el sacerdocio del pesimismo. Pasaron de moda las fórmulas complicadas para las cosas simples. Se concluyó el sistema de las palabras cruzadas que permitían leer "ecuanimidad" donde decía "engaño; y los argentinos todos, pero primeramente los desposeídos y los infortunados, han comprendido que por boca del general Perón hablan no sólo las reivindicaciones del presente, sino las de las generaciones pasadas y de los que aun no han nacido, en su ansia legítima de defender el ideal de justicia social creado por Dios para que no se sigan agitando, en tempestades sin fin, ni los hombres, ni los pueblos.


viernes, 11 de diciembre de 2015

La mentira K del desendeudamiento

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Fecha: 
 09/12/2015 - 14:44
Claudio Lozano junto a Víctor De Gennaro, con el aporte de reconocidos especialistas, presentó un informe sobre la deuda externa de la Nación y denunció la inoperancia de la Comisión Bicameral conformada para su investigación.
El martes 1º de diciembre el diputado Claudio Lozano, miembro de la “Comisión Bicameral Permanente de Investigación del Origen y Seguimiento de la Gestión y del Pago de la Deuda Exterior de la Nación” (Ley 26.984) realizó una conferencia de prensa para denunciar que esa comisión, con absoluta mayoría kirchnerista y vencido el plazo para dar su informe, no investigó nada. En el curso de la conferencia se recordó que la constitución de esa comisión fue incorporada a la mal llamada ley de pago soberano a propuesta de Aníbal Fernández con el solo fin de lograr el apoyo de los radicales y obtener su aprobación en el Senado.
Posteriormente, cuando el gobierno de Cristina Kirchner cayó en la cuenta que cualquier investigación medianamente seria pondría en evidencia la falacia del tan cacareado desendeudamiento, trabó e impidió que cumpliera su cometido. La tarea asignada por el artículo 12 de la Ley exigía dos condiciones básicas que jamás se cumplieron:
a) La conformación de un Equipo Técnico especializado en materia de endeudamiento, para lo cual tendría que haber solicitado la urgente apoyatura de especialistas provenientes de la Auditoría General de la Nación (que cuenta con una unidad especial sobre el endeudamiento público).
b) El acceso a toda la documentación e información de cada organismo del Estado referido al proceso del endeudamiento.
Lozano también señaló que en los 12 años que lleva como diputado, junto a legisladores como Pino Solanas, Mario Cafiero, Eduardo Macalusse, Liliana Parada, Patricia Walsh, Horacio Alcuaz, entre otros, impulsaron reiteradas iniciativas para constituir una comisión investigadora de la deuda externa sin éxito.
Dijo que el informe, elaborado con el aporte de Héctor Giuliano, Alejandro Olmos Gaona, Graciela González, Daniel Marcos, Horacio Fernández, Julio Gambina y Tomas Raffo, fue presentado al Pte. de la Comisión Bicameral Eric Calcagno y a los titulares de la Cámara de Diputados saliente y entrante y que está a disposición de todas las organizaciones populares que lo requieran.
El informe destaca que gran parte de la deuda que se reclama corresponde a empresas privadas nacionales y extranjeras que conforman la actual cúpula empresarial del país que han crecido y se han enriquecido con estas maniobras contra el pueblo y la Nación argentina.
También que el gobierno de los Kirchner presentó el pago al FMI como un acto emancipatorio lo que era una instrucción del tesoro de EEUU. La etapa del 2002 al 2015 es la de mayores pagos netos y la deuda pasó de 150.000 millones de dólares a 250.000 millones de U$S. La deuda con el Club de Paris, que claramente es una deuda odiosa, que era de 6.700 millones de U$S y se terminó aceptando pagar 9.000 millones de dólares. El informe también señala la responsabilidad de los funcionarios argentinos desde la dictadura hasta ahora entre los que aparecen connotados integrantes del nuevo gabinete de Macri como Prat Gay y Melconian. Por lo que concluye que es la historia de la mayor estafa al conjunto de nuestro pueblo y que no tiene solución dentro de las reglas del sistema financiero internacional sino que requiere de una decisión política de un gobierno verdaderamente nacional y popular. 
La Dra. Graciela González, integrante de la Cátedra de Deuda Externa de la Facultad de Derecho de la UBA y directora del Instituto de la deuda del Colegio Público de abogados, describió los infructuosos esfuerzos ante la Justicia argentina para que actúe ante las probadas evidencias de fraude e ilegalidad de la deuda.
Explicó que no se pueden salvar los vicios de la deuda pública de su origen y de sus sucesivas renegociaciones. Pero que, por su experiencia, el tema de la deuda no se puede arreglar en recintos cerrados con gente de buena voluntad. El tema tiene que trascender y tiene que conocerlo todo el pueblo “porque esto es demasiado enorme”.
Héctor Giuliano puso en evidencia la gravedad de que la Comisión Bicameral no haya hecho nada para cumplir con las obligaciones que le fija la Ley. Lo primero que tendría que hacer es exigir la suspensión de los pagos porque es una contradicción manifiesta pagar una deuda que se está investigando sus orígenes y licitud. Lo segundo es ver quiénes son los acreedores y preguntarles ¿Quién es Ud.? ¿A quién le compró los bonos y a cuánto los pagó? Constituir un equipo técnico, pedir información de las causas judiciales en curso y al BCRA y al Ministerio de Economía. Nada de eso se hizo.
También denunció que cada traspaso, cada renegociación, cada novación es un paso a favor de los acreedores y de la trampa de la deuda perpetua. Señaló que en estos 12 años se transfirió una deuda incobrable al propio BCRA, a la Anses y al BNA llenándolo de papeles, agotando las reservas de Central y obligando a la  Anses a pedir préstamos para poder cumplir sus obligaciones. 
La Asamblea por la suspensión del pago e investigación de la Deuda y por la defensa del Patrimonio Nacional y los bienes comunes desde la promulgación de la Ley 26.984 apuntó su actividad a exigir una verdadera investigación, aun sabiendo que el objetivo del oficialismo mayoritario en la Comisión era convalidar y legitimar el canje 2005 y 2010, y por eso estuvo presente en la conferencia de prensa a través de Beverly Keene, Emilio Román, Ricardo Godoy y Juan Alberteiro, para apoyar la denuncia del diputado Lozano. También estuvieron Antonio Sofía del PCR; Claudio Giorno y Patricia Machado de Emancipación Sur; Carlos Custer, Graciela Iturraspe y Hugo Amor de Unidad Popular, y Juan Carlos Giuliani de la CTA Autónoma, entre otros.  
firma: 
 Corresponsal
Edicion: 
 Hoy 1597 - 09/12/2015