viernes, 27 de febrero de 2015

Pérez Esquivel: Nobel de la Paz argentino rechaza injerencia de EEUU en Venezuela

Adolfo Pérez Esquivel

Adolfo Pérez Esquivel

Por: TeleSUR | Martes, 24/02/2015 06:45 PM | Aporrea

Buenos Aires, febrero 24 - El Premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, rechazó este martes la injerencia de Estados Unidos en países latinoamericanos a los que sigue considerando como su patio trasero, “Washington no admite voces disidentes como las de los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia e incluso Argentina”.

En entrevista exclusiva para La Radio del Sur, Pérez Esquivel destacó la importancia de mantener la integración de organismos como la Unasur y la Celac, que “se apoyen unos a otros, para poder enfrentar los intereses de los Estados Unidos que no tiene otro objetivo que la dominación, por ello es imprescindible fortalecer la unidad latinoamericana”.

Extendió su solidaridad a Venezuela, “la oposición venezolana debería sentarse a dialogar con el gobierno y permitir la gobernabilidad y no dejarse arrastrar de las narices por intereses foráneos de los Estados Unidos y las transnacionales”.

El Premio Nobel Latinoamericano denunció que luego de intentar derrocar al Presidente Chávez, ahora Estados Unidos pretende hacer lo mismo con Maduro, a quien prácticamente no han dejado gobernar antes del propio inicio de su mandato, para que no pueda avanzar con sus políticas.

Pérez Esquivel señaló que todo país que tenga cierta independencia, es atacado por Estados Unidos y que Washington fue el responsable de imponer dictaduras en todo el continente. Recordó que en el golpe contra Manuel Zelaya un contingente de 800 militares estadounidenses estaban en la base Palmerola en Honduras.

Asimismo, indicó que esta situación ha sido denunciada a nivel internacional pero los organismos a los que han acudido no han dado respuesta alguna ni se han pronunciado al respecto. “Basta ver lo que ha ocasionado Estados Unidos en Irak, Afganistán, Siria o Libia y lo que pasa en todo Medio Oriente. Yo mismo pude ver en Irak las atrocidades que cometieron con sus bombardeos: mataron a 600 niños con sus madres. Luego estuvimos en Bagdad con una de las mujeres que se salvó porque salió a lavar la ropa de sus hijos”.

Recordó que el intervencionismo norteamericano en América Latina es histórico, “todo Gobierno opositor o que tenga cierta independencia enseguida es atacado por Estados Unidos y no hay que olvidar que este país es responsable de imponer dictaduras militares en todo el continente”.

“Lo mismo hicieron en Paraguay cuando derrocaron a Fernando Lugo a través de mentiras y así también trataron de desestabilizar a Hugo Chávez. Ahora está pasando algo similar con Nicolás Maduro: ni bien asume la presidencia no le dejan gobernar un día porque comienzan a tratar de denigrarlo y de debilitar su gestión para que no puedan avanzar las políticas que viene desarrollando la Revolución”.


Embajador cubano en España: No vamos a entregar el país al capital extranjero ni a la banca internacional

22 febrero 2015 | CUBADEBATE
Eugenio Martínez

Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos han decidido restablecer sus relaciones diplomáticas y abrirle el camino a un proceso de negociación para normalizar esas relaciones, rotas desde 1961. Sobre las perspectivas que se abren en ese sentido, conversó con El Diario el embajador de Cuba en España, Eugenio Martínez Enríquez.
¿Hasta dónde está dispuesta a llegar Cuba en su negociaciones con Estados Unidos?
Como dijo el presidente cubano, nuestra voluntad de normalizar las relaciones con Estados Unidos es plena, los principales obstáculos a esa normalización están del lado norteamericano: el bloqueo, Guantánamo, los programas federales del Gobierno estadounidense para derrocar a mi Gobierno, las transmisiones de Televisión y Radio Martí hacia Cuba, las compensaciones por los daños humanos y económicos que ha causado el Gobierno de Estados Unidos a Cuba, la permanencia de Cuba en la ley de estados patrocinadores del terrorismo internacional, que es una gran mentira.
Cuba tiene la mejor voluntad de discutir con Estados Unidos los pasos para avanzar en ese proceso de normalización, pero no tenemos ninguna intención de modificar aspectos de nuestro orden interno, como no exigimos que Estados Unidos lo haga del suyo. En este sentido, no renunciaremos a los principios que el pueblo cubano ha apoyado ni a la forma en la que nos hemos organizado en Cuba.
¿Este restablecimiento de las relaciones diplomáticas podría constituir un primer paso hacia el fin del bloqueo?
Es una decisión que va en esa dirección, pero no es el fin del bloqueo. El presidente de Estados Unidos tiene facultades para eliminar aspectos del bloqueo. Es potestad del Congreso eliminarlo totalmente, pero yo diría que él tiene potestades y facultades ilimitadas para desarmar el bloqueo y dejarlo en su caparazón.
¿Y no lo hace?
Y no lo ha hecho, vamos a decir. Desearíamos que lo hiciera, porque el presidente de Estados Unidos puede, mediante su facultad ejecutiva, ir eliminando áreas que hoy conforman un sistema de sanciones, que aplica Estados Unidos a Cuba, que tiene carácter extraterritorial, que afecta a la relación de Cuba con otros países.
Un sistema de sanciones que ha perjudicado seriamente al pueblo cubano y ha resultado ineficaz para los gobiernos de Estados Unidos.
El presidente Obama reconoció que el bloqueo le ha hecho daño al pueblo cubano, que el bloqueo no ha logrado los objetivos para los que fue creado y que iba a trabajar con el Congreso de Estados Unidos para eliminarlo. O sea que ya no solo lo dicen los cubanos; lo dice la comunidad internacional y lo dice el presidente de Estados Unidos.
¿Pero se están dando pasos efectivos para eliminarlo?
Es muy difícil por parte nuestra decir eso, porque nos falta información, pero sí puedo asegurar que hay un movimiento fuerte en el Congreso de Estados Unidos por eliminar el bloqueo. Por lo tanto, los cubanos somos optimistas, conscientes de que es un camino largo.
¿Estados Unidos podría haber asumido que el bloqueo no ha resultado eficaz y podría estar intentando doblegar a la revolución cubana de otra forma?
Sí, claro. Es uno de sus propósitos. De hecho, Estados Unidos ha dicho que cambia el instrumento, no la política. Estados Unidos ha dicho que no ha funcionado una política de intentar aislar a Cuba y de bloquearla y que intentará otra. Es un reto para Cuba, pero lo afrontamos.
Cuba tiene relaciones con 189 países, Cuba comercia con los países con los que Estados Unidos no le impide hacerlo, tres millones de turistas visitan Cuba… Cuba está abierta al mundo y tenemos relaciones con todo el mundo, no le tememos a una relación con EEUU, como seguramente tendremos en el futuro próximo.
Hay quien dice que Raúl Castro es más pragmático que Fidel y que cuestiones como el restablecimiento de las relaciones diplomáticas o las recientes medidas de aperturismo económico no habrían sido posibles con Fidel Castro en la Jefatura del Estado.
No. Yo puedo asegurar que ambos presidentes respondieron a los momentos históricos en que se desempeñaron y si alguien hizo o dirigió transformaciones importantes en Cuba a lo largo de su Presidencia, hay que recordar al líder histórico de la revolución, Fidel Castro, que hizo las grandes transformaciones revolucionarias en Cuba. Por lo tanto, no es alguien de quien podamos dudar de su capacidad de dirigir procesos transformadores.
El periodo del mandato del presidente Raúl es un momento histórico que requiere estas transformaciones. El pueblo, que fue consultado entre 2006 y 2011 y se recogieron más de ocho millones de opiniones, apoyó y sugirió transformaciones que hoy estamos haciendo, acordes con los tiempos que vivimos.
Y, como dijo Raúl en una ocasión, las decisiones fundamentales él se las ha consultado al líder de la revolución, por lo tanto, no hay entre esos dos hermanos una grieta, y creo que si hemos llegado aquí ha sido por la capacidad de ambos de dirigirnos y de recoger el sentir del pueblo cubano.
¿Pero cuál es el alcance real de las medidas de aperturismo económico de este momento histórico?
En los últimos tiempos, efectivamente se han introducido medidas que nosotros llamamos de actualización del modelo económico cubano, y es importante subrayar esto, porque las bases del sistema se mantienen: la planificación socialista, la propiedad estatal sobre los medios fundamentales de producción, evitar la concentración de riqueza en una gente que sea muy rica.
Todo eso se ha mantenido. Por lo tanto, el sistema es el mismo, pero actualizado. ¿En qué hemos cambiado? Hay una convivencia de diferentes tipos de propiedad, que puede ser un aporte de esta nueva etapa de la Revolución cubana al socialismo, en el que haya propiedad cooperativa, pequeños trabajadores o trabajadores por cuenta propia, que ya son medio millón de cubanos.
Por lo tanto, sí hay cambios, que obedecen a una nueva circunstancia histórica y creo que tienen que ver con eso: la forma de propiedad, la forma de gestión de propiedad, la modificación de la matriz energética en Cuba, que también se está haciendo, una ley de inversiones que elimina algunas ambigüedades y da más seguridad jurídica a la inversión extranjera. En fin, efectivamente hay cambios evidentes que nosotros hacemos para hacer un socialismo más eficiente, que sea próspero y sostenible.
Hablando de la inversión extranjera, usted acaba de reunirse con algunos empresarios de Cantabria. Supongo que esos y otros empresarios mirarán con buenos ojos esas medidas de aperturismo económico, porque verán ahí una oportunidad de negocio.
Hay una percepción de que Cuba se convierte en un destino de interés para la inversión extranjera, y nosotros no lo negamos, porque nosotros necesitamos la inversión extranjera. En Cantabria hemos encontrado empresarios interesados en invertir en Cuba o en comerciar con Cuba. Algunos ya tienen negocios y hemos venido justamente para facilitar su mayor integración con Cuba y actualizarla.
Nosotros consideramos la inversión extranjera necesaria en los sectores que hemos priorizado y bajo las condiciones de que no vamos a entregar el país al capital extranjero ni a la banca internacional, que vamos a hacer una inversión que reúna los criterios que protejan el medio ambiente, que los beneficios, si bien los puede obtener el inversor extranjero, sean repartidos justamente con los cubanos y que satisfagan las necesidades crecientes de la población de Cuba.
Lo de no entregar el país al capital extranjero ni a la banca internacional es interesante. En Cuba no gobiernan los mercados, sus sistemas sanitario y educativo son un ejemplo para el mundo, no se producen desahucios, no existe la desnutrición infantil… ¿Cómo se articula el sistema electoral cubano para garantizar que no acaben gobernando esos poderes económicos a los que no ha elegido nadie, como ocurre en estados no muy lejanos?
Nosotros tenemos un sistema electoral diferente al de muchos países. El de Cuba no se basa en un sistema de múltiples partidos políticos que responden a diversos intereses en los que intervienen lobbies económicos, lobbies internacionales o incluso intereses ideológicos dispares. Es un partido que no postula a los candidatos que gobiernan, sino que traza directrices ideológicas y es una fuerza rectora nacional, y los candidatos ocupan cargos en el parlamento cubano y después en las instancias de gobierno en base a sus méritos personales. O sea, el pueblo, en asamblea popular, elige o propone a candidatos a integrar los órganos de poder en Cuba en base a los méritos alcanzados por estas personas, sus capacidades de dirección, de organización, de trabajo, y no en base a programas políticos, promesas electorales o al dinero que lo presente muchas más veces en la televisión, en un anuncio, etcétera.
Es un sistema diferente, que requiere perfeccionamiento, que empieza desde la base a trabajar, que somete a los candidatos a elección y el ganador siempre tiene que ir en una boleta acompañado de otro, que tiene que ganar el cincuenta por ciento de los votos como mínimo para ser electo y que después en asamblea soberana elige a un Consejo de Estado que gobierna en nombre del pueblo que fue representado en esa Asamblea Nacional que es nuestro parlamento.
Ese sistema debe ser perfeccionado –como ha dicho nuestro presidente, estamos en contra de la falsa unanimidad, debemos convivir con diferencias, debemos hacerlo más participativo y que se vaya a la profundidad de los problemas, que los ministros rindan cuentas a los diputados en esa Asamblea Nacional y que tengan más contacto directo con la población–, pero creemos que es el sistema que ha hecho a los cubanos libres y soberanos.
¿Qué siente cuando ciertos medios critican cuestiones como la presencia de Raúl Castro en el funeral de Nelson Mandela, sabiendo que la revolución cubana siempre ha sido el principal apoyo y referente de Mandela?
Con el funeral de Mandela pasó una cosa que yo creo que no es curiosa, pero es sintomática: los que se sorprendieron de que en ese funeral apenas hablaran cinco presidentes y uno de ellos fuera el presidente cubano lo hicieron porque desconocían o porque querían ignorar la presencia cubana en África, que fue la que logró la liberación de Mandela, la liberación de Namibia, la independencia de Angola y en definitiva la eliminación del apartheid en Sudáfrica.
Eso es un reconocimiento al pueblo cubano y, más que al pueblo cubano, a los dos mil cubanos que murieron en África luchando, no solo en Angola o en Namibia, sino en más de veinte países africanos. Y eso provocó de nuevo sorpresa. Mi sorpresa es que allí estuviera el presidente Obama, que no sé qué hizo por la liberación de Mandela. Mandela fue considerado terrorista en Estados Unidos.
Hasta poco antes de su muerte.
Hasta el último momento. Hubo países ahí que acudieron sonrientes al funeral del símbolo de la igualdad de los hombres, de la lucha por la libertad, y que sus países intentaron matar a Mandela –y evito mencionar nombres para evitar problemas diplomáticos–, y nosotros no, nosotros siempre apoyamos a Mandela, desde el primer momento, nunca lo consideramos un terrorista, siempre lo consideramos un luchador por una causa justa, como era eliminar el apartheid, que finalmente se logró en Sudáfrica con el apoyo de Cuba, como fue reconocido por el pueblo sudafricano y la líder sudafricana que presentó a Raúl cuando fue a hablar, que nunca olvidaré que dijo “aquí, el representante del pueblo que liberó a Sudáfrica”.
En este sentido, junto a la soberanía, la sanidad y la educación, la solidaridad internacionalista es uno de los logros de los que más orgulloso se siente el pueblo cubano. Por ejemplo, el reconocimiento de la labor de Cuba en la lucha contra el ébola en África ha sido unánime. ¿Qué supone la solidaridad internacionalista para el pueblo cubano?
Es un deber de los cubanos. Fidel dijo que nosotros teníamos que saldar nuestra deuda con la humanidad, porque Cuba ha sido ayudada. Fue ayudada por España, fue ayudada por múltiples países. Y nosotros… Es lo mínimo que se puede hacer, es como un compromiso, es nuestro… Dentro de nuestro concepto de sistema político tiene que estar incorporada la solidaridad, porque el mundo no puede ser excesivamente competitivo y no solidario.
No hace mucho tiempo, salió a la luz el caso de un exiliado cubano que ansiaba volver a Cuba porque en España se quedó sin trabajo y lo desahuciaron. Y no debe de ser el único. ¿Hay más conciencia de que el sueño capitalista se torna en pesadilla cuando no tienes trabajo ni dinero?
Sí, estamos recibiendo con más frecuencia solicitudes de cubanos de regresar a Cuba o asistencia consular. Pasa en varios países y los cambios en Cuba favorecen también su inserción en nuestro país.
¿Cómo calificaría la relación de Cuba con España y con la Unión Europea?
Yo creo que las relaciones con España son buenas e intensas. Podría avanzarse más, pero han alcanzado un nivel en el que hemos podido administrar nuestras diferencias para evitar conflictos y hay buena relación. Tenemos comercio con casi todos los países de la Unión Europea, se avanza, logramos un acuerdo de cooperación y diálogo político y estamos conversando para avanzar, pero hay relaciones estables, fluidas y de buena comunicación.
(Tomado de El Diario)




'Amenaza número uno': EE.UU. se ha pasado la mayoría de su existencia involucrado en guerras

Publicado: 23 feb 2015 06:41 GMT | Última actualización: 23 feb 2015 06:41 GMT - RT

'Amenaza número uno': 222 de 239 años de su existencia EE.UU. pasó en guerras

Wikimedia / RT
EE.UU. estuvo involucrado en guerras al rededor del mundo el 93% de su historia: desde la fecha de su fundación en 1776. Así lo reflejan datos de un informe publicado en el portal 'Infowars'. Aparte de las implicaciones directas destacan guerras que fueron provocadas por la CIA. 
Según los cálculos presentados en el portal ningún presidente de EE.UU. puede calificarse de 'pacífico', sino de 'beligerante'. Los Estados Unidos no tienen ni una década sin estar implicados en cualquier tipo de conflicto o combate.
Así se estima que 222 de los 239 años de su existencia, el país se los pasó involucrado en combates y conflictos, mientras la mayoría de las guerras a través de todo el mundo fueron incentivadas o desatadas bajo su auspicio. Además el reporte subraya que no todos estos conflictos fueron avivados por EE.UU. directamente, dado que algunas de sus implicaciones se atribuyen a la actividad secreta de la CIA.
Entre los conflictos contemporáneos que tienen ciertos rasgos de implicación estadounidense el reporte destaca las guerras civiles en Ucrania, Somalia, Siria, Irak y Yemen. Por eso, no es sorprendente que varias encuestas hayan calificado al país de ser la 'amenaza número uno' para la paz internacional, concluye el informe.




Desde el 11-S EE.UU. se implicó en 5 guerras y todas acabaron en desastre

Publicado: 22 feb 2015 03:03 GMT | Última actualización: 22 feb 2015 03:04 GMT - RT

Desde 11-S EE.UU. participó en 5 guerras y todos eran desastres

U.S. Army / Flickr
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, EE.UU. ha participado en cinco desastrosos conflictos y en todos ellos ha perdido la guerra, sin embargo, ha sumido en el caos a las naciones en las que ha intervenido, señala la organización Global Research. 
Existen tres posibles razones del por qué Washington está 'perdiendo' sus guerras: El caos es intencional como forma de cambiar gobiernos y luego tomar el control de sus recursos energéticos; se trata de un signo de decadencia del imperio estadounidense o es que a los responsables no les importa la victoria y solo se centran en objetivos a corto plazo, considera la organización.
Desde el 2001, EE.UU. ha derrocado gobiernos en Irak, Afganistán y Libia. En la actualidad estos países se encuentran sumidos en el caos bajo control de movimientos extremistas como el Estado Islámico o Al Qaeda. En Irak, el EI se ha apoderado de gran parte del territorio de ese país, y como consecuencia la nación se está dividiendo en tres estados mientras que el cristianismo corre el peligro de desaparecer.
Una de las grandes perversidades de la así llamada 'guerra contra el terrorismo' impulsada por EE.UU., es que losmovimientos fundamentalistas han florecido como consecuencia directa de la política norteamericana. No es de extrañar que los gobiernos y medios de comunicación occidentales que elogiaron el éxito de esas intervenciones ahora estén en silencio, porque esto es consecuencia de sus guerras y son ellos quienes tienen que asumir la responsabilidad.
En Afganistán la producción de opio está en su punto más alto bajo la ocupación estadounidense, mientras que en Siria, Washington ha ayudado arduamente a los rebeldes islámicos en un intento por derrocar a Bashar al Assad, y como resultado el Estado Islámico se ha hecho con el control de un tercio del territorio sirio. EE.UU. también se implicó en el golpe de Estado en Ucrania, respaldando financiera y militarmente a los neonazis que han sumido al país en el caos y extremismo, concluye Global Research.




EE.UU. está "entrando sigilosamente" en una guerra total contra Siria

Publicado: 22 feb 2015 09:37 GMT | Última actualización: 22 feb 2015 09:37 GMT - RT

EE.UU. está a

REUTERS/Umit Bektas
EE.UU. y sus aliados están "entrando sigilosamente" en la guerra total contra Siria sirviéndose del Estado Islámico para jugar con el miedo, denuncia el analista Tony Cartalucci. 
Washington "está a pocos ataques aéreos accidentales de distancia" de una confrontación militar directa contra el Ejército gubernamental sirio, insiste Cartalucci en una columna en el portal 'New Eastern Outlook'.
EE.UU. está coordinándose con Turquía para entrenar a los llamados 'rebeldes moderados sirios', explica el analista citando un artículo del diario 'The Telegraph'. Además, les va a abastecer con equipamiento que les permitirá solicitar ataques aéreos estadounidenses para ayudar en su lucha contra el Estado Islámico, destaca el columnista remitiéndose a una revelación por 'Wall Street Journal'.
"Es evidente que este plan, inevitablemente, tendrá por objeto el Gobierno sirio y sus tropas, la única fuerza secular en la región en la lucha contra Al Qaeda y su sucedáneo, el Estado Islámico", comenta Cartalucci. 
Es "una realidad evidente" que hay rebeldes sirios luchando junto y no 'contra' el Estado Islámico. El único papel que tiene la milicia yihadista es proporcionar una serie de provocaciones para ayudar a reunir un respaldo internacional para dirigir la intervención militar contra Damasco, concluye Cartalucci.




"Al Qaeda y el Estado Islámico no habrían aparecido si EE.UU. no hubiera intervenido en Irak"

Publicado: 21 feb 2015 00:30 GMT | Última actualización: 21 feb 2015 01:24 GMT - RT
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REUTERS/Shamil Zhumatov SZH
Khaled El Shami, editor político del periódico 'Al-Quds' en una entrevista con RT ha afirmado que la intervención de EE.UU. en 2003 en Irak predestinó el surgimiento de grupos terroristas como Al Qaeda y el Estado Islámico. Además el periodista ha subrayado que la intensificación de sus actividades en Oriente Medio amenaza con la desestabilización no solo de Siria, Libia e Irak, sino también de Europa y el mundo entero. 
"Sabemos que si EE.UU. no hubiese intervenido en Irak en el 2003 posiblemente no tendríamos al Estado Islámico y Al Qaeda activos en ninguna parte de Oriente Medio (…) ellos [Estados Unidos] tienen que asumir su responsabilidad y volver a arreglar el caos que sumió a la región por su culpa", dijo El Shami a RT.
Sin embargo, los terroristas amenazan no solo a Egipto u Oriente Medio, sino al mundo entero y particularmente aEuropa. Así, a principios de enero el Estado Islámico secuestró a 21 ciudadanos egipcios y los decapitó posteriormente en las costas de Libia a una distancia de tan solo 350 kilómetros del sur de Italia. "Vivo en Europa y tenemos atentados casi a diario: Francia, Bélgica, Dinamarca o Suiza".
"Por esa misma razón en la UE como nunca se percibe el peligro y sus gobernantes son conscientes de la necesidad de otra resolución de la ONU que sancione una nueva intervención en Libia. Pienso que la comunidad internacional debería desatar una guerra real contra el Estado Islámico y Al Qaeda, dado que estas organizaciones terroristas amenazan la paz internacional", concluyó el editor.




Periodista: Cobardía de los políticos estadounidenses llevará al mundo a una guerra nuclear

Publicado: 23 feb 2015 00:37 GMT | Última actualización: 23 feb 2015 00:37 GMT - RT

eeuu

Reuters
La crisis ucraniana está en riesgo de salirse de las manos y convertirse en una confrontación nuclear, debido a la cobardía de los políticos de EE.UU. que temen ir contra la postura de la Casa Blanca, afirma un destacado periodista de investigación estadounidense. 
EE.UU. está bajo control de partidarios de la guerra, es por eso que todas las 'personas importantes', desde el Gobierno hasta los medios de comunicación y expertos, "se están golpeando el pecho" en señal de valentía y hacen duras declaraciones contra Rusia por la crisis ucraniana, señala Robert Parry en el portal investigativo 'Consortium News'.
Según Parry, conocido por revelar varios escándalos políticos del Gobierno estadounidense en el exterior, si algún congresista es escéptico con la posición de Washington y empieza a buscar la verdad su patriotismo y salud mentalserán fuertemente cuestionados, y será marginado, por lo que nadie quiere pasar por eso.
"Sin embargo, hasta los miembros más cobardes del Congreso (de EE.UU.) deberían recurrir a lo que les queda de valentía y actuar, porque la crisis ucraniana está por salirse de control y convertirse en una confrontación nuclear", finalizó Parry.




«El arte de la guerra»

Los incendiarios gritan “¡Fuego!”


por Manlio Dinucci
Iniciada bajo un pretexto humanitario enteramente fabricado, la guerra contra Libia no ha terminado todavía. Después del derrocamiento de la Yamahiriya, de la muerte bajo las bombas de la OTAN de 120 000 libios (según las cifras de la Cruz Roja Internacional) a los que supuestamente había que proteger, después del linchamiento de Muammar el-Kadhafi y del ulterior éxodo de 2 tercios de la populación libia, es evidente que “el trabajo” sólo está comenzando.
Red Voltaire | Roma (Italia) | 19 de febrero de 2015
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El plan Wright de división de Libia, publicado en el New York Times el 29 de septiembre de 2013.
La guerra que se extiende por Libia está provocando cada vez más víctimas, y no sólo en tierra sino también en el mar. Se trata de las numerosas personas que, empujadas por la desesperación, tratan de atravesar el Mediterráneo y terminan ahogándose en sus aguas.
«Desde el fondo del mar nos preguntan dónde están nuestros sentimientos humanos», escribe Pier Luigi Bersani.
Bersani tendría que preguntarse primeramente dónde estaban sus propios sentimientos humanos y además su propio concepto de la ética y de la política el 18 de marzo de 2011, cuando, en vísperas de la guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Libia, él mismo, desde su posición de secretario del PD (Partito democratico), gritaba «¡Enhorabuena!» afirmando que «el Artículo 11 de la Constitución (italiana) repudia la guerra, no el uso de la fuerza por razones justas».
Enrico Letta, quien –como Bersani– lanza hoy un llamado al sentimiento humanitario, debería acordarse del 25 de marzo de 2011, cuando, como vicesecretario del PD, declaraba: «guerreristas son quienes están en contra de la intervención internacional en Libia y no nosotros que somos constructores de la paz».
Esta «izquierda» disimulaba las verdaderas razones –económicas, políticas y estratégicas– de la guerra al afirmar, el 22 de marzo de 2011, por boca de Massimo d’Alema (ya todo un experto en «guerra humanitaria» en Yugoslavia) que «en Libia ya existía la guerra, emprendida por Kadhafi en contra del pueblo insurgente, una masacre que había que detener».
Siguiendo fundamentalmente esa misma línea, el 24 de febrero de 2011 –día del inicio de la guerra–, el secretario del PRC (Partito della rifondazione comunista) Paolo Ferrero acusaba a Berlusconi de haber demorado «días en condenar la violencia de Kadhafi» y afirmaba que había que «desmantelar lo más rápidamente posible el régimen libio».
Ese mismo día, jóvenes «comunistas» del PRC, junto a «demócratas» del PD, tomaban por asalto la embajada de Trípoli en Roma, quemaban la bandera de la Yamahiriya libia e izaban la del rey Idris, la misma que hoy ondea sobre la ciudad libia de Sirta ocupada por los yihadista, como pudimos ver hace 3 días en el noticiario del primer canal de Italia.
Esta «izquierda» se iba incluso por delante de la derecha en cuanto a empujar hacia la guerra al gobierno de Berlusconi, inicialmente reacio –por razones de interés– pero que inmediatamente después pisoteó cínicamente el Tratado de No Agresión y participó en el ataque permitiendo el uso de las bases y de las fuerzas aeronavales de Italia.
En 7 meses la aviación de Estados Unidos y la OTAN efectuó 10 000 misiones de ataque, utilizando más de 40 000 bombas y misiles contra los libios mientras que se infiltraban en Libia unidades de fuerzas especiales, que incluían miles de comandos qataríes. Simultáneamente se proporcionaba financiamiento y armas a grupos islamistas anteriormente definidos como terroristas. No está de más recordar que entre esos grupos se hallaban los que más tarde, después de ser enviados a Siria para derrocar el gobierno de Damasco, fundaron el actual Emirato Islámico e invadieron Irak. Así se provocó la desintegración del Estado libio y también el éxodo –y por consiguiente la hecatombe que actualmente ocurre en el Mediterráneo– de los inmigrantes africanos que habían encontrado trabajo en Libia.
También se propició así la guerra interna entre sectores tribales y religiosos que ahora luchan en Libia por el control de los campos petrolíferos y de las ciudades costeras, hoy principalmente en manos de los grupos vinculados al Emirato Islámico.
Y ahora, después de reiterar nuevamente que «abatir a Kadhafi era una causa sacrosanta», el ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Matteo Renzi, Paolo Gentiloni, toca la alarma porque «Italia está amenazada por la situación en Libia, a sólo 200 millas». Gentiloni anuncia por lo tanto que se dirigirá al parlamento sobre la posible participación italiana en una intervención militar internacional «enmarcada por la ONU». En otras palabras, nos anuncia una segunda guerra en Libia presentándola como una misión de «preservación de la paz», tal y como Obama le había pedido en junio de 2013 al entonces primer ministro Letta, con el respaldo de la ministra de Defensa italiana Pinotti y la aprobación de Berlusconi.
Así que otra vez estamos en la encrucijada.
Manlio Dinucci
Fuente 

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