lunes, 20 de febrero de 2012

Santiago del Estero. Un emotivo testimonio: Madres y abuelas campesinas temen por la vida de sus hijos


por PRIMERA FUENTE

Las madres y abuelas del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE-VC), que desde hace años se mantienen en vigila ante las constantes represiones y amenazas de desalojo de sus hogares, temen que sus hijos y nietos corran la misma suerte de Cristian Ferreyra, asesinado el 16 de diciembre del 2011. “Los terratenientes traen muerte, violencia y hambre. Todo lo que producen es para enriquecerse ellos, nunca pensaron que nosotros trabajamos la tierra para alimentarnos”, lamentó una de ellas.

Las campesinas, quienes militan en el movimiento desde sus comienzos, conviven desde hace décadas en perfecta armonía con la naturaleza. Son pobladoras de pequeñas parcelas, en su mayoría heredadas por sus ancestros, de la cual viven y se alimentan, y que por la ambición de grandes empresarios ven amenazados sus hogares.

Viven en alerta constante; “ellos llegan con sus maquinas y destruyen todo lo que durante años fue nuestro sostén. Contaminan nuestras tierras y a nuestros hijos. Nosotros no queremos miles de hectáreas para cada uno, sólo queremos mantener nuestras familias”, expresó la más anciana de ellas.

Día a día, estas “maquinas” avanzan sobre sus territorios e impunemente despojan de sus tierras a familias enteras, quienes luchan –en condiciones desiguales- contra las bandas armadas, y “matones” contratados por terratenientes, y apañados por una justicia que les da la espalda.

Cristian Ferreira, asesinado a finales del 2011 mientras participaba en una asamblea del MOCASE, es sólo una víctima más del progreso del agronegocio, pero sin duda se convirtió en un emblema para el campesinado. Sin embargo, que los responsables de su muerte caminen con total impunidad, se tradujo en el temor de estas madres y abuelas que se ven desprotegidas por el sistema judicial.

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