miércoles, 5 de octubre de 2011

Familias jujeñas acampan en Avenida de Mayo y 9 de Julio





Reclaman la regularización de los territorios que ocupan y piden ser atendidos por autoridades nacionales. Se trata de 20 voceros de 50 mil familias jujeñas que llegaron a la Ciudad de Buenos Aires el 25 de septiembre pasado con el objetivo de visibilizar la situación que están viviendo en su provincia. Exigen que se cumpla con la entrega de tierras a todos los asentamientos, que datan desde decenas de años hasta los últimos que se iniciaron tras la represión en Ledesma, en agosto pasado. Los voceros sufren permanentemente intentos de desalojo por parte de efectivos de las Policías Federal y Metropolitana.

Contacto: 0388-15-508-6044

Al llegar a Buenos Aires, los voceros intentaron durante cinco días acampar en Plaza de Mayo sin que se lo permitieran, por lo que el viernes 30 de septiembre se dirigieron a Av. de Mayo y 9 de Julio. Desde ese día acampan en la plazoleta de la “Resistencia de los Pueblos Originarios”, donde está el Quijote, donde meses atrás acamparon los Qom.
Las familias de los asentamientos esperan que las autoridades cumplan con su promesa de entregar tierras, que cesen las amenazas, persecuciones, cooptación e intento de manejarlos a través de intermediaciones.
Antes del mediodía del lunes 3 de octubre intentaron desalojarlos efectivos de la Federal, más tarde llegó la Policía Metropolitana con el mismo propósito. En la madrugada de este martes, el operativo incluyó carros de asalto, escudos para intentar desalojarlos e impedir que se armen más carpas. Pero ante la presencia de medios de comunicación se alejaron quedando expectantes en toda la zona.
Solo reclaman que cese la violencia contra sus familias y vecinos en Jujuy que vienen siendo golpeados y amenazados, para que se vayan de los terrenos que ocupan, por fuerzas de choque del gobierno provincial, sin discriminar entre niños, ancianos y mujeres. Que los predios que ocupan les sean reconocidos, algunos hace decenas de años, y poder desarrollar su vida sin control político de organizaciones que contienen con prebendas, privilegios para unos pocos y fuerza, la injusticia y la desigualdad que se vive en la provincia. Uno de los principales motivos por los cuales no se les quieren reconocer esas tierras es porque han sido apropiadas “legalmente” por testaferros de políticos muy poderosos.

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