viernes, 12 de agosto de 2011

Contra el desafuero del delegado de FATE Victor Ottoboni

A instancias de la empresa de neumáticos, el Tribunal del Trabajo Nº 1 de San Isidro quitó la protección gremial a Ottoboni, por realizar asambleas y cortes de calles para luchar contra los despidos masivos en 2008 y 2009. Esta semana la Corte Suprema de la Provincia rechazó el recurso de amparo de la defensa, dejando libre a la empresa para despedir a un delegado combativo electo democráticamente por sus compañeros.
La Corte Suprema de la Provincia de Bs. As. rechazó el recurso de apelación presentado por la defensa del Delegado de Base del SUTNA San Fernando –CTA- Víctor Ottoboni, en contra de la sentencia del Tribunal del Trabajo Nº 1 de San Isidro, que le quita la protección gremial para que la empresa del neumático Fate pueda despedirlo. La quita de la tutela sindical fue solicitada por la empresa Fate, una de las productoras de neumáticos más importantes del país.
En 2008, en plena negociación paritaria entre la cámara patronal y el SUTNA, adherido a la Central de Trabajadores de la Argentina, con plan de lucha por los legítimos reclamos, la patronal del neumático produjo centenares de despidos, 79 de ellos en FATE. En esta planta, durante la conciliación obligatoria y en violación de ella, se militarizó el establecimiento, no dejando ingresar a los cesanteados y amedrentando al resto, con cacheo y la presencia de centenares de efectivos policiales. Además, se iniciaron juicios de exclusión de tutela gremial tanto a directivos del SUTNA, Seccional San Fernando, como a los delegados de sección.

Contra el delegado Víctor Ottoboni, Fate promovió en 2008 un juicio de desafuero para despedirlo. Sus intensas actividades en defensa de sus compañeros hicieron que en diciembre de 2009 fuera reelecto como delegado.
El Tribunal del Trabajo Nº 1 de San Isidro, a pedido de la empresa, y desconociendo más de una decena de sentencias judiciales que condenan a la empresa por despidos y prácticas persecutorias, quitó la protección gremial a Ottoboni, allanando el camino a la patronal para que logre su cometido: otro despido de un delegado combativo.
Ottoboni estuvo a la cabeza de las luchas de los años 2007, 2008 y 2009, en reclamo de mejoras salariales, condiciones de seguridad en las tareas y contra los despidos masivos.
Diez juzgados laborales y la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo condenaron por Discriminación y Practica Antisindical a Fate por los despidos masivos de julio de 2008. Todo esto fue completamente ignorado por la Justicia de San Isidro, beneficiando claramente a la empresa de Javier Madanes Quintanilla, quien también posee mayoría accionaria en la empresa Aluar, y es uno de los directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA) de mejor relación con el gobierno de Cristina Fernández.
La búsqueda del desafuero a Ottoboni, para poder despedirlo libremente, se enmarca en un plan sistemático por parte de las grandes empresas nacionales y multinacionales que se concentran en la Zona Norte del Gran Buenos Aires, que busca atacar la organización sindical de base que crece cada día en estas empresas.

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