martes, 19 de julio de 2011

Barclays, Citi y Pactual, los bancos que colocarán la deuda de Macri

El consorcio de bancos elegido por el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, deberá colocar u$s 500 millones, para refinanciar deuda y hacer nuevas obras. La resolución está en la Procuración de la Ciudad y de allí pasaría a la Legislatura para su aprobación. La estrategia financiera y el mes elegido para salir al mercado.

por Ignacio Fidanza
Barclays, Citi y BTG Pactual son los bancos que eligió el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, para realizar la nueva colocación de deuda que diseñó la administración macrista para el último tramo del año.

La decisión implica un regreso a las grandes operaciones financieras en el país de Citibank Argentina, lo que descomprime la situación interna de su presidente, Juan Brouchou, que vivió momentos muy difíciles por quedarse afuera del canje de deuda de Amado Boudou y la anterior colocación de deuda de la gestión macrista.

Mientras que los ganadores de la anterior colocación, el Credit Suisse y la consultora KBR, quedaron afuera de la operación.

Se trata de una colocación de u$s 500 millones, de los cuales u$s 300 millones se destinarán a refinanciar deuda y u$s 200 millones a obras de infraestructura. La selección del consorcio de bancos fue realizada por Grindetti, quien giró el acto administrativo al procurador de la Ciudad, Ramiro Monner Sanz, para que emita el correspondiente dictamen legal.

Si la Procuración no encuentra objeciones, luego se remitirían las actuaciones a la comisión de Hacienda de la Legislatura, que preside el macrista Alvaro González, para iniciar su análisis.

En la Ciudad el Ejecutivo necesita el visto bueno de la Legislatura antes de cada emisión de deuda, a diferencia de lo que sucede en provincia, donde Daniel Scioli consiguió una aprobación general para tomar deuda en la ley de presupuesto y la oportunidad y segmentación de la misma, queda en manos del Ejecutivo bonaerense.

Seguramente los legisladores porteños también intervengan en la definición de las obras que se financiarán con los u$s 200 millones, pero en principio está descartado que se trata de un solo emprendimiento que absorba todo el crédito, sino más bien una multiplicidad de obras más pequeñas.

Es que las obras más grandes que tiene prevista la Ciudad, contemplan otras fuentes de financiamiento. Las nuevas líneas de subtes F y G, se financiarían en principio con fondos específicos de Europa y China, respectivamente. Y el túnel subterráneo de la 9 de Julio –otra de las obsesiones de Macri- se podría concretar con el flujo de fondos de la estatal Ausa.

El equipo de Grindetti, si la Legislatura aprueba la operación, tendría previsto salir al mercado en septiembre. Y el objetivo de máxima es conseguir una tasa de un dígito. Hoy la Ciudad rankea entre el 9,650 y 10,150 de tasa.

En la administración macrista siguieron muy de cerca la colocación que realizaó la administración de Scioli la semana pasada, que para tomar u$s 250 millones pagó un 10,875% de tasa. “Los mataron porque salieron justo cuando estalló la crisis de la deuda de Estados Unidos”, comentaron a LPO. La idea de Grindetti es entonces aguardar el momento oportuno para que la tasa que pague la Ciudad no supere el dígito.

El otro dato clave de la operación, esto es las comisiones que cobrarán los bancos colocadores de la deuda, todavía no trascendió.

La estrategia financiera

La recomendación del equipo de Grindetti fue que esta nueva colocación contemplara tres tipos de bancos: uno global, uno europea y uno regional. Entre los globales los candidatos de cajón eran el Citi, el JP Morgan, el HSBC y el Credit Suisse. Entre los europeos se destacan Barvlays, BNP y Deustche y a nivel regional Itaú, Santander y Pactual, entre otros.

La idea de la administración macrista es que el banco global barra las ofertas de Estados Unidos y Asia, el europeo de Europa y el regional de mercados con fondos de AFJP como Chile y Perú y con fondos disponibles para invertir como Brasil.

Esta estrategia global tiene un objetivo: conseguir la menor tasa posible contraponiendo ofertas. Por eso apuntan a sumar pedidos por unos u$s 3.000 millones para descartar los que ofrecen tasas mas altas.

La idea es ir llenado el libro de ofertas en Europa y Asia, para terminar en Estados Unidos, donde los inversores suelen jugar muy fuerte, pero no aceptan rebajas en la tasa que piden. Mientras que en Europa suman ofertas más chicas pero aceptan discutir la tasa, ya que buscan confiabilidad y en ese sentido la Ciudad tiene un récord impecable –ni aún en la crisis del 2001 defaulteo su deuda-. Asia suele seguir las inversiones de Europa.

Hasta aquí la estrategia financiera, ahora una vez que la Procuración de su visto bueno, se abrirá el capítulo político en la Legislatura porteña, que seguramente siga el trámite con un ojo puesto en el ballotage.

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