jueves, 16 de junio de 2011

Paro e incidentes en Grecia



Las protestas masivas en la jornada de huelga general en Grecia derivaron en graves enfrentamientos entre grupos radicales y policías, que tuvieron que utilizar gases lacrimógenos y lanzar varias cargas para controlar la situación. El paro es contra el voto por el Parlamento de un nuevo e impopular paquete de medidas de ahorro.

Según la Policía de Atenas, los enfrentamientos dejaron 40 heridos, de ellos 35 policías, y más de 25 detenidos. Las calles alrededor del Parlamento ofrecen la imagen de un campo de batalla por la destrucción de contenedores y paradas de colectivos, devastadas por grupos de manifestantes encapuchados que atacaron a los policías con piedras y bombas incendiarias.

Las manifestaciones convocadas por los sindicatos mayoritarios finalizaron de forma pacífica y los incidentes se produjeron a continuación protagonizados por grupos de radicalizados.

Miles de manifestantes intentaron romper el cordón policial que rodeaba el Parlamento, tratando incluso de derribar una valla de dos metros que habían levantado las fuerzas de seguridad en torno a la Cámara, donde tiene previsto reunirse la comisión de Finanzas parlamentaria para discutir el nuevo programa de austeridad.

Convocada por los sindicatos mayoritarios, la huelga paraliza la circulación de trenes y barcos y afecta también a la prensa, ya que se sumaron a ella los periodistas de todos los medios.

Permanecen también cerrados los bancos, los ministerios, los servicios al público y las empresas estatales en vías de privatización.

La excepción está vez son las aerolíneas y los aeropuertos, que funcionarán normalmente permitiendo los vuelos para no afectar al turismo.

Los griegos protestan así contra la implementación de un paquete adicional de medidas de austeridad del que depende que continúe recibiendo ayuda de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar la quiebra.

A las manifestaciones convodas por los sindicatos, se sumó el movimiento de los "indignados" griegos, quienes llevan ya 21 días acampados en la plaza Sintagma, frente al Parlamento, con la petición de un cambio y "que se vayan ya" los "ladrones".

Los descontentos, a través de Internet, llamaron a formar una cadena humana alrededor del Parlamento, donde está previsto que se empiece a tramitar el nuevo acuerdo de medidas pactado con la UE y el FMI, a la espera de recibir un quinto tramo de ayuda de 12.000 millones de euros, imprescindible para que el país no quiebre hacia el próximo mes.

El último paquete de ahorro con el que el Gobierno quiere añadir 78.000 millones de euros al saldo de las cuentas del Estado y rebajar el déficit al 7,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) este año, comprende privatizaciones, recortes salariales, cierre de empresas públicas y aumentos de impuestos.

El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, corre el riesgo de que el nuevo paquete de medidas no obtenga el apoyo de parte de su grupo parlamentario, que cuenta con 156 del total de los 300 escaños de la Cámara, tras la retirada anoche de un diputado y la declaración de otro de que no votará a favor.

Según los medios griegos, en una reunión extraordinaria de los ministros de Finanzas del Grupo del Euro en Bruselas anoche sobre Grecia quedó claro que los socios europeos exigen que el paquete de medidas y las leyes pertinentes sean aprobadas por el Parlamento griego.

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