lunes, 18 de abril de 2011

PATRIA, TRABAJO Y DIGNIDAD PARA NUESTRO PUEBLO

La crisis del sistema liberal capitalista a nivel internacional, ha agravado las condiciones de vida de los pueblos de todo el mundo poniendo en grave riesgo la vida misma de miles de millones de personas. Un ejemplo de ello es su ofensiva para quedarse con el agua, los minerales, el petróleo y nuestros territorios.

El aumento de los precios de todos los cereales viene generando hambrunas y revueltas en diversos países de América Latina, Asia y África. Incluso en nuestra patria, debido a extremas condiciones de dependencia y concentración capitalista, amplios sectores de la población no tienen acceso a una alimentación básica (más del 40 % de pobres).

Los gobiernos de los últimos 40 años han defraudado las expectativas y esperanzas de una amplia mayoría popular, dando continuidad e implementando políticas de concentración y extranjerización de las tierras y de los recursos naturales en general. La sanción de la ley antiterrorista, el mantenimiento de la judicialización de las protestas y la vigencia de leyes contra los intereses del pueblo impuestas por la dictadura, el pago de la ilegítima y fraudulenta deuda externa, la extranjerización de la tierra, la política de sumisión en Malvinas, la entrega del petróleo y la megaminería a cielo abierto, son instrumentos necesarios para el gobierno y las sectores dominantes para reforzar las ataduras de la dependencia y la entrega. Hambre, clientelismo y cooptación, son las claves para el acompañamiento a los grupos de poder que, prácticamente sin interrupciones, dictan las políticas desde 1955 a esta parte.

Para ello derogaron, por un bando militar la Constitución de 1949, cuyos postulados reivindicamos como piso de conquistas alcanzadas, particularmente aquellos referidos a: - los derechos sociales, - la función social de la propiedad, el capital y la actividad económica, - la pertenencia originaria al Estado de las empresas de servicios públicos y la soberanía nacional sobre los recursos naturales (arts. 37/38/39/40). Recogemos el mandato histórico de nuestra clase trabajadora que jamás se resignó a perder su dignidad, y nos reconocemos en sus propuestas históricas de La Falda, Huerta Grande y el Programa del 1º de Mayo de la CGT de los Argentinos. Nuestra clase trabajadora siempre estuvo con las acciones que nuestro pueblo protagonizó: las montoneras federales y el Grito de Alcorta, el 17 de Octubre, la Resistencia peronista del ´55 al ´73, el Cordobazo, la Resistencia a las dictaduras militares, la Resistencia al neoliberalismo de los años ´80 y ´90, el 19 y 20 de Diciembre de 2001, entre tantos. El proyecto de unidad latinoamericana es nuestra respuesta a la arremetida imperialista que promueve la reconfiguración territorial de América Latina, la división de nuestros países, el desmembramiento de regiones estratégicas por su caudal energético y de recursos naturales.

Nuestro proceso de LIBERACIÓN, forma parte de una estrategia de integración continental. En nuestro país urge organizarnos para protagonizar estos procesos de liberación. Así es que estamos convencidos de la necesidad de REFUNDAR LA NACION. No nos sirven sus actuales instituciones, no nos sirve su sistema político, no nos sirve su dirigencia, oficialista y pseudo opositora, no nos sirve esta República vieja, moribunda, oligárquica y liberal, carcomida por la corrupción, los privilegios bochornosos e injusticias intolerables. Nos paramos frente al poder constituido construyendo el poder nacional y popular.

Poder que llegue a expresarse en una ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE PONIENDO COMO BASE LA CONSTITUCION DE 1949, única votada por el pueblo. Ese poder tendrá que ser capaz de enterrar al viejo Estado oligárquico imperialista, de ésta nuestra Argentina fragmentada, con su vacía e ilegítima "democracia representativa y controlada" para dar paso a la construcción de la Patria Grande de una Suramérica Unida, en el marco de una democracia protagónica y participativa. En este sentido, a nadie le pedimos que renuncie a identidades trabajosamente construidas.

Ofrecemos un camino de esfuerzo cotidiano, de una movilización creciente, de una organización sistemática, de una lucha permanente que no ignore ninguna forma de participación. CONVOCAMOS PARA LIBERAR A LA PATRIA:

• A los trabajadores urbanos, rurales y jubilados, protagonistas imprescindibles del sujeto capaz de producir los cambios necesarios.

• A las mujeres y hombres que pelean cotidianamente por el acceso a elementales Derechos Humanos: alimentación, salud, trabajo, vivienda, seguridad y educación; derechos estos indispensables para garantizar la Justicia Social. Compatriotas que son el emergente social de décadas de entrega, desindustrialización y concentración económica. • A los estudiantes secundarios, terciarios y universitarios que diariamente se esfuerzan por obtener conocimientos para servir al pueblo; y que esperan sin suerte una convocatoria que nunca llegará mientras sobreviva este Estado que no les pertenece.

• A los intelectuales, técnicos, profesionales e industriales nacionales que todavía creen que sus conocimientos y práctica deben estar al servicio de todos los argentinos.

• A los creyentes de todas las creencias que tienen la voluntad de luchar por la dignidad del pueblo más humilde. • A los integrantes de las FF.AA. que estén dispuestos a servir y defender a la Patria sabiendo que no hay poder superior al del pueblo, libre y soberanamente organizado.

Por todo esto, y convencidos que SÓLO EL PUEBLO SALVARÁ AL PUEBLO, proponemos:

Bases para el Proyecto Nacional

1) No al pago de la deuda externa ilegal, ilegítima y fraudulenta, poniendo como base la causa Olmos. 2) Reforma de la Constitución Argentina poniendo como base la Constitución Nacional de 1949.

3) Restauración de la Ley de contrato laboral de 1974, con plena participación de los trabajadores en la empresa.

4) Nacionalización del comercio exterior, donde el capital esté al servicio del trabajo y éste al servicio del hombre.

5) Creación de una moneda sustentable, respaldada en el trabajo y la riqueza de los argentinos.

6) Reivindicar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, islas del Atlántico Sur y la Antártida.

7) Denunciar los tratados de paz de Madrid y Londres de los años 90 y 91 respectivamente, que han puesto de rodillas al país.

8) Nacionalización de la electricidad, el gas, el petróleo, transporte, comunicación, poniéndolas en función de un proyecto nacional de industrialización.

9) Reactivación del aparato productivo nacional en base a la industria liviana (mercado interno) y la industria pesada.

10) Creación de una policía de trabajo a fin de combatir el empleo en negro y esclavo.

11) Recuperación de las tierras en manos de capitalistas y monopolios extranjeros.

PROYECTO NACIONAL

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